Norway
Amazing Adventures Await
Ready for an adventure, we traveled to Norway which seems about as opposite to San Diego as you can imagine.
Norway’s coastlines are made up of thousands of miles of breath-taking fjords, bays and islands with quaint cities and fisherman villages. Norway is Europe’s northernmost country and we kicked of our travels in Oslo which is the capital, home to the world’s largest collection of art by Edvard Munch in the new Munchmuseet. We then traveled the Flam Railway, known as one of the most beautiful – and steepest – train journeys in the world. From there, we boarded a cruise of the fjords where we were surrounded by waterfalls, hillside towns and ice-covered inlets. Travelling the longest fjord in Norway, the Aurlandsfjord, took us to the beautiful scenery to Norway’s second-largest city, Bergen. Bergen’s rich history dates to the Viking Age and offers top museums like KODE art museums, shopping the freshest seafood and is home to over 60 narrow, brightly colored iconic wooden boathouses.
Between late September and late March, Northern Norway is dark from early afternoon until late morning, and the northern lights frequently soar across the sky. Our bucket list of things to see included seeing the Northern Lights so we flew to the capital of the Arctic, Tromsø. We rented a car and drove into an endless wonderland of steep mountains, forests, wildlife and rugged coastline. These truly were some of the world’s most beautiful and dramatic places to see the northern lights. Our journey took across the Lofoten archipelago to the tiny and remote town of Nusfjord, the oldest and best preserved fishing village in Norway. This Unesco world heritage site has converted the original, nearly 200-year-old traditional red ‘rorbu’ cabins into unique hotel rooms perched over the craggy shoreline. The town is complete with museum, sawmill, an old-fashioned store, and a cod-liver oil factory.
Stunning fjords, breath taking views, endless sky, incredible food, and natural wonders make it a perfect ESCAPADITA.
Listos para la aventura, viajamos a Noruega, lo cual se imaginarán, desde San Diego parecía en el lado opuesto del planeta.
Las costas de Noruega están compuestas de miles de increíbles fiordos, bahías e islas con pintorescas ciudades y pueblitos de pescadores. Noruega es el país más septentrional de Europa y viajamos a Oslo, su capital, hogar de una de las colecciones de arte más grandes de Edvard Munch, para ser disfrutada en el nuevo Munchmuseet. Luego tomamos el Flam Railway, conocido como uno de los más bellos y empinados viajes en tren del mundo. Una vez descendidos del tren, abordamos un crucero que nos llevó por los fiordos, donde nos dejaron boquiabiertos las hermosas cascadas, ciudades en laderas de montañas y ensenadas cubiertas por hielo. Mientras recorríamos el más largo fiordo de Noruega, el Aurlandsfjord, el increíble paisaje nuevamente nos dejó sin palabras hasta llegar a la segunda ciudad más grande de Noruega, Bergen. La rica historia de esta ciudad se remonta a los tiempos de los vikingos y ofrece importantes museos como el museo de arte KODE, sumando la posibilidad de comprar los más frescos mariscos y visitar los más de 60 coloridos embarcaderos de madera.
Entre fines de septiembre y fines de marzo, el norte de Noruega se sumerge en la noche desde temprano en la tarde hasta tarde en la mañana y las auroras boreales son un espectáculo frecuente en este increíble cielo. En nuestra lista de cosas a realizar se encontraba verlas, por lo que volamos a la capital del ártico, Tromsø. Allí alquilamos un automóvil y nos dirigimos a un mundo infinito de escarpadas montañas, bosques encantados, vida silvestre y accidentadas costas, realmente uno de los lugares más espectaculares para ver las deslumbrantes auroras boreales. El viaje nos fue llevando hacia el archipiélago de Lofoten para luego llegar a la pequeña ciudad de Nusfjord, el más antiguo y mejor preservado pueblo pesquero de Noruega y declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. En este lugar se convirtieron las tradicionales cabañas “rorbu” de 200 años de antigüedad en habitaciones de hotel únicas, ancladas sobre las escarpadas costas. En la ciudad se puede encontrar un museo, aserradero, antiguo negocio y una fábrica de aceite de bacalao.
Los impresionantes fiordos, las alucinantes vistas, el cielo infinito, la increíble comida y las bellezas naturales hacen de este viaje una perfecta ESCAPADITA.